La naturaleza nos ofrece recursos que pueden contribuir a un mejor cuidado de nuestra salud; y nuestras abuelas sabían mucho de esto, siempre que alguien se quejaba de un dolor de cuello o de espalda, la abuela tomaba un tarrito de cristal que contenía alcohol de romero, para dar unas buenas friegas hasta apaciguar el dolor.
Es una manera sencilla y eficaz para poder disfrutar de manera segura de las propiedades de muchas plantas medicinales y aromáticas.
En la residencia Valle del Genal y dentro de los talleres de Terapia Ocupacional vamos a fabricar nuestro propio aceite de romero, lavanda y tomillo. Recordaremos momentos, experiencias y, por qué no, anécdotas que compartimos con nuestros abuelos, padres,… ya que esta forma de curar o mejorar nuestra salud ha existido desde siempre.
Recogimos las plantas muy tempranito, antes de que les diera el sol; y para la maceración escogimos un aceite de oliva virgen extra ecológico y alcohol de 96º. Con mucho cuidado vamos cortando y escogiendo las hojas y las flores de las plantas recolectadas se colocan en diferentes botes de cristal. Todo esto con una interesante tertulia sobre las propiedades que tienen y para qué la utilizaban sus abuelas, madres...Tomando buena cuenta de ello.
Antonia, María y Dolores comentan que este taller también les ha gustado mucho porque pasadas unas tres semanas, podrán utilizar los aceites y el alcohol para darse unos masajes ya que, aseguran, los años traen muchos achaques.
Son muchas las propiedades que nos aportan estás plantas:
- El aceite de romero:
Tonifica las pieles envejecidas.
Buen antiséptico para pieles grasas.
Depurativo de la piel y contribuye al cuidado del cuero cabelludo.
- El aceite de tomillo:
Posee grandes propiedades antisépticas que combaten eficazmente las infecciones por microbios.
Estimula la circulación (varices).
Es un gran tónico.
Activa el sistema nervioso y es un gran aliado del sistema inmunológico.
Combate todo tipo de infecciones, ya que es considerado como un antibiótico natural.
-El aceite lavanda:
Antiséptico, sedante, analgésico, antiespasmódico, antiinflamatorio, regenerador.
También es un buen aliado de la piel, para la higiene personal, para catarros y bronquitis leves, para el sistema nervioso.
El aceite esencial de lavanda, considerado el rey de los aceites esenciales por sus múltiples propiedades, beneficios y aplicaciones.
Con estos talleres además de trabajar las gnosias (reconocen estímulos mediante el olfato), la psicomotricidad, memoria (reminiscencia), estimulamos la socialización, la motivación y el interés por compartir momentos de sus vidas entre todos.
Terminamos el taller dándole las gracias a la naturaleza por tantos beneficios que nos ofrece para sentirnos bien.
“La naturaleza es inagotablemente sostenible si cuidamos de ella. Es nuestra responsabilidad pasar una tierra sana a nuestras generaciones”.