Clece comienza el programa de terapia con animales para personas con deterioro cognitivo en la Residencia de Mayores de Faraján. Las terapias con perros en la tercera edad llevan realizándose muchos años, siendo su principal finalidad disminuir el sentimiento de soledad y aislamiento que padecen los mayores, además de fomentar el ocio, la estimulación sensorial y que el mayor olvide temporalmente su situación para centrarse en la visita del animal, favoreciendo el intercambio afectivo de gran importancia en este tipo de usuarios.
Numerosos estudios han demostrado los grandes beneficios de este trabajo ayudando a la disminución de la presión arterial, el movimiento de las articulaciones y su estiramiento y la relajación que conlleva acariciar al animal. Esta experiencia les ha llevado a revivir si anteriormente tuvieron mascotas o algún vecino tenía y disfrutaban de ellas, beneficiando así la memoria retrospectiva de cada uno.
Durante la actividad los adiestradores les explicaron a los mayores las características de cada perro, repitiéndolo constantemente y preguntándoles a ellos, de manera que trabajaron también la memoria inmediata. Del mismo modo realizaron ejercicios de estimulación sensorial, propiciando que los mayores se acercasen a los perros, los acariciasen, los peinaran e identificasen las distintas partes del perro (orejas, patas…). En primer lugar, aquellos mayores que deambulan de manera independiente pasearon los perros por la plaza y, a continuación, lo hicieron los que se encuentran en sillas de rueda. Tras la terapia, el personal del centro y los familiares que nos acompañaron pudimos observar que aquellos ancianos más introvertidos mostraron un cambio en su actitud tras la terapia, aquellos que padecen problemas de visión desarrollaron gran sensibilidad y orientación hacia el animal, olvidándose durante el taller de la preocupación hacia sus dolencias llegando de nuevo al centro con la motivación de querer repetir la actividad.
En definitiva, la visita de los animales ha supuesto a los mayores un motivo más para sonreir.