Aprovechando el buen tiempo, hemos salido con un grupo de residentes a dar una vuelta por el pueblo.
Nos hemos divertido paseando entre los puestos del mercadillo repletos de ropa, complementos, libros, alimentación, etc. Y haciendo algunas compras.
Para terminar, nos hemos tomado un refresco con una tapita antes de ir a comer.
Este tipo de actividades rompen con la monotonía del día a día, fomentan la independencia de las personas y la memoria pues vuelven los recuerdos de actividades cotidianas que hacían antes de ingresar en el centro.