El 22 de julio recibimos la visita de un grupo de niñas que estaban de campamento por la zona. Vinieron acompañadas de varias religiosas que ejercían como monitoras. La jornada estuvo muy entretenida, las chicas participaron de manera constante con los residentes. Comenzaron haciendo grupos y hablando con ellos para conocerlos mejor. Después estuvieron cantando y bailando para ellos. Los residentes estuvieron muy receptivos en todo momento, uno de ellos se animó a cantar y otra estuvo recitando poesias.
Para finalizar la jornada les ofrecimos una pequeña merienda que disfrutamos todos juntos. Se despidieron con una última canción y nos comentaron que volverían a repetir la experiencia.